San Petersburgo, el legado de los zares

Esta tierra de zares repleta de palacios, templos y arte es el exponente del decadente imperio ruso.
Pasear junto a la orilla del Neva o por la arteria principal de la ciudad, la Avenida Nevsky Prospect nos da una idea de la grandeza que tuvo en su día la ciudad de los zares.
San Petersburgo es la capital cultural rusa, aunque las autoridades locales no están muy por la labor de la restauración de palacios y teatros. Las colas en los museos se aprecian y sus habitantes son muy aficionados al teatro, la ópera y el ballet.
Pedro el Grande, construyó hace casi 305 años, su particular Versalles, una obra que ocupa 42 islas y donde murieron millares de personas en su construcción. El zar planificó al milímetro la concepción urbanística de la ciudad y desarrolló el arquitecto suizo Domenico Trezzini. Al igual que ocurre en Ámsterdam y en Venecia este paraíso “artificial”, está levantado sobre una red de canales cruzados por 500 puentes.
La visita turística puede comenzarse en la fortaleza de San Pedro y san Pablo, que es el origen de la ciudad. Se encuentra allí la Catedral del mismo nombre, donde se encuentran las tumbas de los monarcas de la dinastía Romanov.
Destaca la visita al Hermitage, palacio fundado por Catalina II, y que constituye un autentico desparrame del lujo. Solo es posible la visita a unas 400 salas y salones, donde el visitante encontrará entre las más de tres millones de piezas expuestas, obras de Leonardo da Vinci, Rafael o Rembrandt, entre otros.
No se puede abandonar la ciudad sin conocer la Plaza de los Decembristas con las estatua ecuestre del fundador de la ciudad, la Catedral de San Isaac, capaz de acoger hasta 14000 fieles. También se puede visitar la extravagante Iglesia del Salvador de la Sangre Derramada, que se encuentra hacia la mitad de la avenida principal.
Visitas obligadas son también el Museo de Rusia, el Teatro Marlinski, o la residencia de verano de la familia imperial, Zarskoe Seló, a 6 kilómetros de la ciudad, donde se encuentra el Palacio Catalina, obra de Rastrelli.
Más información en la Embajada de Rusia en España.